Manteniendo como núcleo temático para el blog todo lo relacionado can Cádiar y para conseguir hacerlo más ameno es interesante la publicación de entradas con otras temáticas (música, cine, deporte, viajes…). También sería interesante que otras personas se interesaran en participar como autores. Como esto último parece, por ahora, difícil intentaré seguir el primer camino: diversificar.
Hoy comienzo a subir al blog entradas sobre la heráldica de los apellidos más comunes en Cádiar. No parece una labor con excesivo trabajo, solo un poco de tiempo para bucear por la web y luego cortar y pegar.
APELLIDO REINOSO
Escriben antiguos historiadores y genealogistas, entre ellos Gonzalo Fernández de Oviedo, Cronista de los Reyes Católicos, en su «Catálogo Real», que este linaje desciende del de Cisneros, y recogen la tradición, conservada a través de los siglos, de que un caballero Reinoso fue el primero que vio la Cruz aparecida en el cielo, como signo de buen presagio, el día de la batalla de las Navas de Tolosa (año 1212), por lo que el Rey don Alfonso VIII le concedió las armas que más adelante describimos.
“Lunes 16 de julio de 1212, Don Alonso IX, llamado el Bueno, hijo de Don Sancho III y de la reina Doña Blanca, casado con Doña Leonor, hija del Rey Enrique II de Inglaterra, ganó a Mahomad Miramamolin, rey de Marruecos, y a otros treinta régulos, la famosa e importante batalla de las Navas de Tolosa, en Andalucía. En lo más recio de la pelea, en uno de aquellos momentos supremos en que se decide la suerte de los combates, apareció una cruz en el cielo infundiendo tanto ánimo en los españoles que nada resistía e su arrojo y valentía. El primero que vio, según la crónica, aquél glorioso signo precursor de tan señalada y gloriosa victoria, fue Sancho González de Reinoso, alférez mayor del referido rey Don Alonso y tronco del calificado linaje de Reinoso.”
De los inmediatos sucesores de ese caballero Reinoso, de quien también se lee que era el que llevaba el pendón real en tan memorable batalla, no se encuentran noticias, y se ignoran, igualmente, en donde estuvo el primitivo solar de esta familia y el hecho que dio motivo para que se apellidara Reinoso. Pero si, en realidad, descendía de los Cisneros, no es aventurado suponer, apoyando el supuesto en esa procedencia, que tuvo su cuna y arranque en la parte de la llamada Tierra de Campos, que pertenece al partido judicial de Frechilla, en la provincia de Palencia. En esa comarca gozaron los Cisneros de varios señoríos, y en la misma Tierra de Campos y en el mismo partido de Frechilla está enclavada la villa de Cisneros, de la que los Cisneros eran originarios, y cuyo nombre tomaron por apellido.
A lo que antecede hay que agregar que los Reinoso tuvieron uno de los más importantes señoríos de la Tierra de Campos, el de la villa de Autillo de Campos, que también pertenece al partido judicial de Frechilla, y que sus poseedores fueron los primeros caballeros de este linaje de quienes se tiene noticia cierta y aparecen apellidándose Reinoso con mayor comprobada antigüedad, siendo también probable que el apellido lo tomaran del nombre de la villa de Reinoso de Cerrato, del partido judicial de Baltanás, en la misma provincia de Palencia, acaso por haber poseído su ascendencia dicha villa.
Armas: En campo de plata, una cruz floreteada de gules con bordura jaquelada de plata y gules.
De cómo llegó el apellido Reinoso hasta Cádiar nada se. Seguramente con la repoblación castellanas tras la expulsión de los moriscos.
Lo que si se es que, aún, no he conocido a nadie con apellido Reinoso que no provenga de Cádiar y que, probablemente todos ellos, desciendan de un tronco común.
No sé hasta que punto podremos reconstruir el linaje Reinoso en Cádiar, pero con la colaboración de todos podemos intentarlo.
Publicado por Enrique
2 comentarios:
Amigo Enrique, yo creía que los Reinoso de Cadiar provenían de Ugijar. Corrigeme si estoy en un error. Saludos.
Juan, no sé en que momento llegaron los hermanos Reinoso a Ugijar, pero te puedo asegurar que son naturales de Cádiar. Incluso tuvieron aquí sus negocios antes de trasladarse a Ugijar.
Mi tio Enrique, siempre que volvía de Argentina, guardaba siempre un hueco para ir a Ugijar a visitar a su amigo de juventud: Bernardo Reinoso. Hoy, ya no están ninguno de los dos.
Publicar un comentario