lunes, 17 de octubre de 2011

Octava de Santo Cristo


Dicen que todos los santos tienen su octava, en Cádiar no. Sin embargo, en este blog el Santo Cristo de la Salud y la Virgen de la Esperanza la van a tener.
Hace justo ocho días, al son de la marcha real, salían de la Iglesia para compartir con los vecinos la algarabía de sus fiestas. Daban un paseo por las principales calles acompañados de multitud de vecinos, de las marchas dela banda de música y del humo y el estruendo de la pólvora quemada.
En agosto escribíamos sobre la Virgen de la Esperanza. En aquella entrada se incluía un relato de un paisano emigrado en Cataluña, seguramente hace muchos años, y que firmaba con el Nick de PAVIBARNA en un foro. En él contaba la  curiosa historia de la coronación de la Virgen de la Esperanza.
Pues hoy os incluyo la curiosa historia que PAVIBARNA relata sobre el Santo Cristo de la Salud:

“Hoy, dia 9 de octubre, es el día del Santo Cristo que mi pueblo Cádiar celebra desde mediados del siglo XIX. El origen de esta fiesta y de la advocación "de la Salud", con que celebramos y veneramos a nuestro Santo Cristo; tiene su origen -entre la historia y la leyenda- en una terrible epidemia de cólera que asoló a Cádiar en la primera mitad del siglo XIX.
Se cuenta que la iglesia de Cádiar tenía un hermoso retablo barroco que presidía el altar Mayor, y en la parte alta del mismo había la imagen de un Cristo crucificado que estaba allí desde que se puso el retablo, posiblemente cuando se restauró la iglesia en el s. XVII, incendiada durante la rebelión de los moriscos en la Nochebuena de 1568.
Se dice que mucha gente moría diariamente de cólera en Cádiar y la medicina de la época no encontraba remedios para atajar la epidemia. Se hubieron de cavar varias fosas comunes en el viejo cementerio de al lado de la iglesia -donde está hoy la plaza de abastos o del pescao, como la conocemos en Cádiar. Las autoridades municipales se encontraban desbordadas sin saber qué hacer ante tan graves circunstancias.
Y es entonces, cuando a una buena y piadosa mujer, se le apareció el Cristo del retablo y le dijo: que si oficiaban una misa, le bajaban del retablo y le sacaban en procesión por las calles de Cádiar, la epidemia de cólera desaparecería. La buena mujer se lo comunicó al cura párroco y éste a las autoridades y al pueblo entero y todos decidieron hacer lo que, según la mujer, había pedido el Cristo del retablo. Se bajó al Cristo del nicho que ocupaba desde hacía siglos, se le dijo una misa solemne a la que asistió todo el que pudo y después una gran procesión por todo Cádiar. Y, efectivamente, la epidemia remitió y desde entonces al Cristo se le conoce como Santo Cristo de la Salud y celebramos su fiesta cada 9 de octubre rememorando aquellos lejanos tiempos e implorando a nuestro Santo Cristo que nos dé a todos SALUD y paz en estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Sigo con la continuación de la historia del Santo Cristo de la Salud. Según cuentan los mayores, el 14 de agosto de 1936 entraron "los rojos" en Cádiar, el día 15 quemaron la iglesia y la ermita. Las imágenes las sacaron a la plaza y a la era de la Ermita respectivamente y después de mofarse y destrozarlas: les pegaron fuego y las quemaron -se dice que una mujer arrastró la imagen de S. Blas con una soga que le había puesto al pescuezo-. Y despues, se ve, que las cenizas y los restos los echaron al río de Cádiar.
Algún tiempo después, un paisano de Cádiar -Paco el Marcelo-, que estaba en el frente de Órgiva; fue a lavar unas ropas al río y divisó a lo lejos lo que parecía un cuerpo flotando. Se acercó, hasta el remanso del río y cual fue su sorpresa al reconocer la cabeza del Santo Cristo de Cádiar, medio quemada y con un profundo hachazo en la cara que le seccionaba el ojo izquierdo. Recogió la cabeza del río y la guardo envuelta en un tabardo militar. Una vez finalizada la contienda se la entregó a D. Paco Jiménez -cura de Cádiar- el cual mandó hacer una urna de cristal para depositarla y exponerla y guardarla en una capilla de la iglesia de Santa Ana donde aún hoy se puede contemplar mientras meditamos sobre los horrores de cualquier guerra.
Esta historia me la contó PACO EL MARCELO un día de Viernes Santo en la plaza de la Iglesia mientras esperábamos la salida del Vía Crucis de hace más de 40 años”.


Incluyo esta historia por su interés, sin modificar una sola palabra en su relato. Para los muy susceptibles, espero que contemplen la expresión “los rojos” en su contexto histórico y no como un insulto.
Yo recuerdo, de pequeño, haber visto esa urna de cristal en la Iglesia.

Para terminar, decir que hace justo ocho días, al son de la marcha real, se encerraban en la Iglesia el Santo Cristo de la salud y la Virgen de la Esperanza después de haber compartido con los vecinos la algarabía de sus fiestas. Que el cielo se iluminaba en una explosión de luces y colores. Y que, mientras esto sucedía, la luna llena de octubre se asomaba a su balcón sobre Cádiar para compartir su alegría.


Publicado por Enrique

5 comentarios:

Isabel dijo...

La historia es muy interesante. Deberiamso aprovechar los recursos que tenemos, las historias, las leyendas y venderlas como hacen en todas aprtes. Nos falta tirón.... Será por eso que nos llaman pavicos.

José Francisco Alvarez dijo...

Enrique, la historia de la cabeza del cristo la conozco con algunas variantes. No quiero comentar nada por ahora al respecto, pues pretendo investigar un poco más antes de desmentir, en parte, a "Pavibarna" o simpremente, si no puedo confirmarelo, apuntar mi versión.
Sobre la fería si quiero comentaros que los jóvenes nos habéis picao a los menos jóvenes y el año que viene pretendemos competir con una carroza y luego repartir como colegas lo que haya dentro y el colesterol que conlleve.

Enrique dijo...

Pepe, yo solo transcribo, sin modificar una coma, lo que Pavibarna cuenta en un foro. No tengo posibilidad de confirmar o rechazar la historia.
Unicamente me paració interesante, aún en el caso de que sea leyenda, y la comparto con todos vosotros.
Supongo que si investigas mas algún día leeremos esta historia en las preciosas páginas de la publicación de la Casa de Cádiar.

Me alegro de que ese día, tan especial, de la feria en el río vaya a más. Cuando estás agusto con las personas que te rodean es fantástico compartir, aunque sea colesterol.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hola. Buscando información sobre la Virgen de la Esperanza he leido este artículo y hay algunas erratas. La cabeza que se encontró en el rio no es la del Cristo de la Salud. Queda todo muy bonito y todo parece una novela épica, pero solo eso, una novela. La cabeza que se encontró pertenece a uno de los antiguos santos que presidian la iglesia de Cádiar. No recuerdo bien si era la cabeza de San Sebastián o la de San Juan Evangelista. Más bien este último, ya que explicaría mucho (Este santo normalmente se representa solo con una cabeza en una bandeja). Y por último, efectivamente se puede contemplar dicha cabeza en el altar del ala derecha dedicado al Sagrado Corazón (y no está en ninguna urna de cristal). Saludos