El Diccionario Geográfico Estadístico de Madoz (1845-1850) acaba la entrada que hace referencia a Cádiar con el siguiente párrafo:
Población 490 vecinos, 2126 almas. Capital producido: 6683,333 reales. Impuestos: 273,534, contribución: 3379 reales 23 marabedíes. Celebra fiesta el día de San Blas y el 15 de Agosto la Encarnación de Nuestro Señor.
Dejando aparte algunas curiosidades como que en Cádiar cada vecino tenía casi cuatro almas, o algunas incógnitas como ¿Cuántos maravedís constituyen un real?, lo que quiero es hacer referencia a la última frase de Madoz.
A mitad del siglo XIX ya se celebraba en Cádiar la festividad de la Virgen de Agosto. Probablemente esta celebración sea aún más antigua y, quizás, debido a ello nos hemos empeñado siempre en celebrar algo a mediados de Agosto.
Según el santoral el 15 de Agosto se celebra la Asunción de la Virgen, según Madoz en Cádiar se celebraba la Encarnación de la Virgen.
Sin embrago en la actualidad no hay en Cádiar ni iglesia ni ermita dedicada a ninguna de estas advocaciones marianas. Tampoco, que yo sepa, hay ninguna imagen de ellas en la Iglesia. La única advocación mariana celebrada en Cádiar es la Virgen de la Esperanza (el 9 de Octubre, en plena feria, junto al Santísimo Cristo de la Salud) cuya imagen se procesiona todos los años. Por todo ello creo, a pesar de Madoz, que la Virgen de Agosto en Cádiar es La Espernaza.
A propósito de todo esto os subo un mensaje que un día fue enviado a uno de los foros-web en los que se habla sobre Cádiar. El autor es un paisano emigrado en Cataluña, seguramente hace muchos años, y que firma con el Nick de PAVIBARNA. En él cuenta la curiosa historia de la coronación de esta Virgen:
“Cuando yo era niño, y estaba de cura D. Paco Jiménez, también se celebraba en Cádiar esta fiesta y se le dedicaba a la Virgen de la Esperanza -de la que D. Paco era un gran devoto-.
Explicaré una historia relacionada con este día y con esta imagen de la virgen. En los años 20 del pasado siglo, unos tíos de mi padre emigraron a la Argentina. Allí vivieron hasta su muerte y allí hicieron una gran fortuna. Pero ocurrió que a la mujer le dio una embolia severa y los médicos tenían pocas esperanzas de que se recuperara y si lo hacía, le pronosticaban que jamás podría volver a caminar. El marido desesperado, se lo comunicó a su buen amigo cura D. Paco Jiménez y éste la encomendó a la Virgen de la Esperanza. Le prometieron -a la virgen- que si se curaba y volvía a caminar le harían un buen regalo. Contra todo pronóstico se curó y, aunque con ayuda de un bastón, volvió a caminar.
Una vez recuperada -la tía Paca, que así se llamaba- volvieron a España y a Cádiar a cumplir la promesa que hicieron a la Virgen de la Esperanza. Un buen regalo. Pues de acuerdo con D. Paco, encargaron una valiosa corona de plata sobredorada y pedrería -copia exacta de la que luce la Esperanza Macarena de Sevilla-. Y el día 15 de agosto de 1954 -hoy se cumplen 55 años- se coronó a la Virgen de la Esperanza de Cádiar en una solemne ceremonia celebrada en la plaza de Arriba. Allí fue llevada la Virgen sin corona y dispuesta en un hermoso altar. Y hasta allí, a pie y sin bastón ni muleta alguna, acudió la tía Paca, llevando sobre un cojín de terciopelo verde la hermosa corona que D. Paco colocó sobre la cabeza de la Virgen y que todavía luce en su altar de nuestra iglesia parroquial. Como anécdota explico que antiguamente la imagen de la Virgen estaba en la ermita, en la capilla de la izquierda, -donde está hoy el Inmaculado Corazón de María- . Pero no cabía con la corona puesta, con lo que ésta se guardaba en casa de mi abuela paterna y se le colocaba a la Virgen para la procesión y cuando venía a la iglesia. Con el tiempo, D. Paco, habilitó un nicho en la iglesia y trajo a la Virgen para tenerla más cerca. Aún le recuerdo arrodillado rezando diariamente ante la Virgen, cuando a media tarde bajaba desde su casa a la iglesia. D. Paco falleció en 1966 y está enterrado junto a sus padres y hermanas en nuestro cementerio.
Feliz día de la Virgen y felices ferias a todos los pavic@s. Ah y a ver si esta madrugada os despierta el entrañable Rosario de la Aurora. Abrazos.”
PAVIBARNA 15/08/2009
Publicado por Enrique
2 comentarios:
Por lo que veo nadie sabe nada de esta corona de plata sobredorada y con pedreria. Tampoco recuerdo que para procesionar a la Virgen se le cambie la corona. Si todo lo contado es verdad ¿Dónde está esa corona?
Ayer pasé por una de las bibliotecas de Granollers: La Roca-Umbert, -una antigua y grandiosa fábrica textil- reconvertida en complejo cultural de la ciudad. Que por cierto, de aquí salían una gran variedad de tejidos de los que se abastecía España, Europa y partes de América. Entre ellos los lienzos que usábamos para recoger la aceituna y para confeccionar los antiguos "calzoncillos" blancos de lienzo. Lo sé, porque mi amigo Tomás "el Churrero" trabajó en casa de los Villaltas y las piezas de lienzo, que se vendían allí, eran enviadas desde esta fábrica de Granollers.
El motivo de este comentario era otro -u otros-. Era para decir que de la biblioteca saqué un cd de Carlos Cano -Mis 30 mejores canciones-, y una de estas canciones -Campanilleros- canta a la Esperanza Macarena. Me gusta mucho, y es por ello que he querido poner algunos versos en estos comentarios sobre nuestra Virgen de la Esperanza:
En el arco de la Macarena
nardo y yerbaguena,
la Vigeen está.
Esperanza que rie su pena morena
Niña de gracia llena
y Reina de la Madrugá.
¡¡Guapa Guapa, se oye gritar
Esperanza que rie su pena, azucena
Niña de gracia llena y Reina de la Madrugá.
Pasa la Gracia,
pasa la Luz
pasa la Flor,
pasa Sevilla,
pasa la Madre de Dios.
Enrique, respecto a tu pregunta de:¿Donde está esa corona? -la corona de nuestra Virgen de la Esperanza-. Pues es la lleva puesta la Virgen actualmente. Ahora bién, no se si sabes que hace años, la Virgen cayó al suelo desde su nicho actual, al ceder la repisa donde estaba colocada, y la corona sufrió graves desperfectos. Se reparó, pero perdió el esmalte o baño dorado que llevaba originalmente. Esta corona debió costar bastante porque el primo Eugenio -hijo de la tía Paca- reprochó a su padre el excesivo coste "del regalo" a la Virgen y el desembolso que hubieron de hacer para sufragarlo. Pero su padre -el tio Eugenio Alvarez-, contestó "que el "milagro" de poder ver caminar de nuevo a su madre, no tenía precio".
Decía en mi comentario, que anteriormente la Virgen estaba en la ermita y lucía una corona pequeñita, pero con la nueva corona no cabía en el nicho. Así es como digo que la corona grande se guardaba en casa de mi abuela Ascensión -hermana de la tía Paca- y la venía a buscar María Molina para cuando la Virgen de la Esperanza subía a la iglesia para su fiesta el 15 de agosto. Cuando volvía a la ermita, se le ponía su corona pequeña y la grande volvía a guardarse en casa de mi abuela, hasta el año siguiente. Cuando, a principios de los años 60 del pasado siglo, D. Paco Jiménez, instaló a la Virgen en su actual emplazamiento de nuestra iglesia; ya se le dejó la corona grande porque aquí si que cabía con ella puesta. Otra curiosidad: en el nicho que hoy ocupa la Virgen -y que como sabes es el vacío aprovechado de una antigua puerta lateral de la iglesia- anteriormente estaba la Virgen de Fátima, que era una imagen pequeña. Se quiso aprovechar la misma repisa sin pensar en que la nueva inquilina pesaba más. Esto explica el accidente sufrido por la Esperanza al ceder la repisa y caer de bruces al suelo. Aún recuerdo el temblor pavoroso de Emilia la de la Paloma cuando me explicaba cómo encontró a la Virgen de la Esperanza por los suelos, una mañana al abrir la iglesia.
Otra curiosidad: yo que fuí muchos años monaguillo o "acolitillo" en nuestra iglesia -y por eso sé estas y otras cosillas- sabía del deseo de D. Paco de construir un camarín para su Virgen predilecta, pero los "aires renovadores" del Concilio Vaticano II y su muerte prematura a los 66 años en 1966, dieron al traste con esta idea. De hecho es bién sabido que la Virgen tenía una libreta de ahorros con este fin y se dice que D. Angel dilapidó estos ahorros y otras oscuras historias que entonces corrieron por nuestro pueblo.
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