Adios a la feria artesanal, gastronómica y de turismo de La Alpujarra.
Lo que hay es una recopilación de actividades infantiles, deportivas, verbenas, actuaciones y el clásico concierto de rock.
Lo que hay es mucha gente y pocos aparcamientos.
Lo que hay es una diaria concentración de amigos en la mesa de algún bar.
Lo que hay son conversaciones animadas, risas, cervezas y tapas.
Esa es la verdadera ExpoCadiar.
Debo reconocer que voy a echar de menos ese primer dia de Expo. Ese stand tan especial del que disponía La Peña. Un stand que no era fijo. Un stand que no ofrecía productos al visitante. Un stand, dedicado en exclusiva, a la degustación, al deleite y al rencuentro.
Un stand del que podía salir Fragüero con una mancha de vino, Fede con un cuchillo en la mano, Pepe con un plato de queso o Miguel con la tablita dal salchichón acoplada a la mano. Un stand en el que Antonio descorchaba botellas de vino o en el que Blas llenaba los vasos. Un stand en el que la caja era un fondo en el bolsillo de Mauri o en el que a Juan se le ponían los ojos vidriosos. Un stand de brindis con Los Manolos o con Montoya o con tantos y tantos otros. Un estand al que la mujeres acudían siempre tarde. Un stand ambulante que podía desplazarse, con cierta velocidad, para acabar en El Pilo con el café, los pastelitos y los cubatas.
Un stand del que podía salir Fragüero con una mancha de vino, Fede con un cuchillo en la mano, Pepe con un plato de queso o Miguel con la tablita dal salchichón acoplada a la mano. Un stand en el que Antonio descorchaba botellas de vino o en el que Blas llenaba los vasos. Un stand en el que la caja era un fondo en el bolsillo de Mauri o en el que a Juan se le ponían los ojos vidriosos. Un stand de brindis con Los Manolos o con Montoya o con tantos y tantos otros. Un estand al que la mujeres acudían siempre tarde. Un stand ambulante que podía desplazarse, con cierta velocidad, para acabar en El Pilo con el café, los pastelitos y los cubatas.
Pero ese stand no tiene porque ser recuerdo. La verdadera feria de muestras está en los comercios del pueblo.
La pancetilla ibérica y el jamón serrano están anca Juanico, el choricillo y el salchichón artesanos están anca Jorge. Los vinos de la tierra están en La Solera o anca Rosendín. Los quesos de la tierra están en los supermercados; y el pan y los pastelillos anca Servando o en El Calvario.
La pancetilla ibérica y el jamón serrano están anca Juanico, el choricillo y el salchichón artesanos están anca Jorge. Los vinos de la tierra están en La Solera o anca Rosendín. Los quesos de la tierra están en los supermercados; y el pan y los pastelillos anca Servando o en El Calvario.
Solo hay que hablarlo con tiempo y preparar un buen sábado de feria.
En Caso contrario:
Esto's lo que hay, habrá c'aguantarse.
Publicado por Enrique
2 comentarios:
Has descrito perfectamente el espiritu de la Expo Cadiar, para mi siempre ha sido el reencuentro con mis amigos del pueblo. Momento de ponernos al día de todo lo que nos pasó a lo largo del año, momento para comprobar que a pesar de la distancia y de la edad seguimos siendo amigos.
Disfrutad de estos días, yo este año no podré estar con vosotros, pero el año que viene intentaré estar en la Expo Cadiar
Pues al final, monos mal que no ha habido ExpoCádiar porque yo he terminado completamente agotado después de quince días intensos como no recordaba en Cádiar desde hacía muchos años.
Igual no trabajando por las mañanas hubieran sido más llevaderos pero quince días a tope de ocho de la mañana a doce de la noche es más de lo que ya a esta edad me aguanta el cuerpo.
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